Proyecto Empaville: un puente hacia la participación
En un contexto donde la juventud muestra alto interés cívico y busca cauces significativos para incidir en lo público, proyectos como Empaville cobran especial sentido. En su último informe, el INJUVE subraya que más del 40% de jóvenes en España se implica en causas como la igualdad, la justicia climática y los derechos humanos; por su parte, UNICEF destaca el papel protagonista de adolescentes y jóvenes en protestas cada vez más conectadas —online y presenciales— en torno a temas como la democracia y el clima. Empaville canaliza esa energía: convierte la motivación por “alzar la voz” en deliberación informada y decisiones dentro del aula.

El proyecto Empaville propone una experiencia de participación ciudadana basada en un juego de rol que simula un proceso de presupuestos participativos. En sesiones de 90 a 120 minutos, el grupo identifica necesidades, co-diseña propuestas, contrasta su viabilidad, delibera y vota para la priorización de las propuestas generadas. La facilitación especializada asegura espacios inclusivos y conecta lo aprendido con canales reales de participación. Su objetivo es brindar al alumnado conocimientos prácticos sobre mecanismos de participación, fortalecer habilidades cívicas (escucha, argumentación, cooperación) y contribuir a canalizar el interés del alumnado hacia una implicación cívica sostenida.
Empaville ha terminado su recorrido de este año con una idea sencilla y poderosa: transformar, por unos minutos, el aula en una ciudad que decide. En cada sesión, el grupo ha vivido, paso a paso, cómo se define el destino de los recursos públicos en una simulación de presupuestos participativos. No ha sido únicamente un juego: ha sido una experiencia guiada por un equipo de dinamización especializado, que ha cuidado la inclusión de todas las voces y el tránsito desde las opiniones iniciales hacia decisiones informadas.

La edición 2025 se desplegó en los municipios de Elche, Cocentaina y también en la Universidad de Valencia (UV). En total, se dinamizaron 14 grupos y, con el último taller previsto, la participación alcanzará más de 300 personas. Estos talleres nos permitieron observar un patrón consistente: al inicio, gran parte del alumnado no conocía los procesos participativos ni los presupuestos de su municipio; al cierre, muestra interés real por implicarse y se lleva información para canalizarlo hacia espacios ya existentes. En la UV, además, el grupo construyó una definición de participación centrada en democracia, intervención directa, colaboración, compromiso, inclusión y responsabilidad, reforzando el vínculo entre lo aprendido y canales reales de participación —como los presupuestos participativos de València—.
Los objetivos centrales del proyecto se cumplieron con solidez. Empaville acercó conocimientos prácticos sobre cómo se decide en lo público y fortaleció competencias cívicas clave: escucha activa, argumentación, negociación y trabajo colaborativo. La secuencia metodológica —detectar necesidades, co-diseñar propuestas, contrastar su viabilidad, deliberar y votar— ayudó a comprender que la calidad de las decisiones mejora cuando se discuten con datos, criterios y respeto a la diversidad de perspectivas.
En sintonía con los diagnósticos recientes, iniciativas educativas como Empaville complementan la protesta y el activismo juvenil abriendo vías seguras y estructuradas para participar, deliberar y decidir en comunidad. Así, la energía cívica que describen INJUVE y UNICEF encuentra salidas concretas: del interés individual al bien común y de la simulación a procesos reales en el territorio.
Proyecto subvencionado por la Presidencia de la Generalitat Valenciana (convocatoria 2025 para el fortalecimiento de la participación ciudadana).

