Miriam de la Rosa



De la creación del “Día de la Infancia y la Participación” a la petición de “material para un laboratorio, instrumentos para la escuela de música o material deportivo” transcurren seis años y muchos kilómetros, en concreto 9.436 que son los que dista al municipio de Puente Genil (Córdoba) de San José (Uruguay). Territorios sureños que tienen en común algo muy concreto: visibilizar las voces de los niños y niñas de su localidad a través del programa Ágora infantil.

Ágora Infantil arranca como un programa experimental en el curso 2014/15 tras un largo tiempo de reflexión y debate en el que el equipo de Coglobal, junto a las Universidades de Huelva y Málaga se propusieron reforzar los procesos de democracia directa con jóvenes y adolescentes en el territorio andaluz.

El objetivo del proyecto se identificó con claridad: convertir las aulas escolares en espacios deliberativos en los que el alumnado pudiera debatir sobre aquellas temáticas que resultaban de interés desde la política local. De este modo, a través de la facilitación y acompañamiento al grupo, las chicas y chicos decidían qué actividades realizar, cómo transformar su entorno y de qué manera querían transmitir sus ideas.

Primeras experiencias: su tiempo y sus espacios.

Los inicios del programa se centraron en propuestas que perseguían el liderazgo de las chicas y chicos en el uso de su tiempo libre. ¿Qué sentido tiene que una persona con 20 o 30 años más que yo decida qué actividad para niños se organiza en el pueblo? decía una chica de quinto de primaria del municipio de Ardales, localidad donde los grupos de 5º y 6º crearon la programación para el Día del libro.

Plantearles a los chicos y chicas qué quieren hacer en su tiempo libre es todo un acto revolucionario en la era del Fornite o los Amongst.

Pensar en grupo cómo organizar sus tiempos y a qué lo quieren dedicar, tiene como resultado ideas que van desde una carrera de sacos a una fiesta de la espuma, un futbolín humano o una discoteca infantil, tal y como resultó en el municipio de Puente Genil donde las chicas y chicos han organizado “El día de la Infancia”. Jornadas que se han organizado durante tres años consecutivos donde los menores elaboraban la programación y el Ayuntamiento cedía los espacios y recursos municipales necesarios.

Proporcionar al grupo estas herramientas y recursos municipales motivan a los jóvenes a participar e implicarse en su entorno, ya que estimula, como cita [1]Martínez Muñoz (2000) su energía frente al mundo como canal para explorar su identidad, viendo el trabajo en grupo como la oportunidad de demostrar su capacidad y sus primeras expresiones de autonomía.

A estas experiencias de programación de ocio le siguieron otras como diseñar espacios y entornos urbanos. De aquí salen propuestas como las de Secadero (Casares, Málaga), donde las chicas y chicos diseñaron el espacio del nuevo centro cívico que el Ayuntamiento ponía a su disposición (2016); la antigua biblioteca, transformada en un club social por las niñas y niños de Almáchar (Málaga, 2017), o los parques diseñados en Puente Genil en 2017 y 2021, donde el alumnado decidió cada detalle del entorno: tipo de mobiliario, colores del suelo, columpios o vegetación.

La concepción y el diseño de los espacios públicos por parte de la infancia dan lugar, en palabras de Alaparone, Rissotto & Tonucci (2002[2]) a una mayor facilidad para desenvolverse de manera segura y autónoma en los primeros años de vida, desarrollando destrezas y capacidades individuales, multiplicando y diversificando las experiencias de exploración, observación y reflexión que propicia una educación más sólida. De este modo dejamos de limitar la educación al ámbito exclusivo de la escuela enlazando el proceso de aprendizaje al entorno comunitario, abriendo las vallas de los parques, centros de ocio o bibliotecas, dando paso a la creatividad y construcción desde otras miradas.

Altavoces para primaria y secundaria.

Tras varios años de aprendizajes y consolidación del proyecto en distintas localidades, la intervención comienza a desarrollarse con un nuevo enfoque: trabajar más en los mensajes discursivos y en la argumentación de ideas a través de campañas de sensibilización e incidencia política. ¿Cómo?: mediante el desarrollo de campañas al vecindario por parte de los menores, de modo que el grupo pudiera exponer sus ideas, unificarlas, elaborar un discurso y decidir qué herramientas serían las mejores para llegar a más personas en su comunidad.

De esta manera nacen las campañas a favor de la limpieza viaria (Huelva, 2018), contra la violencia de género (a través de la Diputación de Córdoba desde el 2018 a la actualidad), a favor de reforzar la identidad territorial (con la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Axarquía desde el 2018) o contra el acoso escolar (Huelva 2019), por citar algunas.

Si a través de las programaciones de ocio observamos la importancia de construir alternativas en su tiempo libre y en los diseños de espacios apreciamos el fortalecimiento del vínculo con la comunidad, mediante las campañas nos damos cuenta de la necesidad que tienen los menores de ser vistos. Salir de los espacios en los que de manera tradicional han sido agrupados y ser reconocidos e integrados en la ciudad a través de su presencia y discursos. Hablar en la tele local, participar en la radio, escribir una columna a un periódico o cortar un trozo de calle para llenarlo de imágenes y eslóganes con sus ideas, son algunas de las estrategias que los más pequeños han elegido para hacerse oír.

La riqueza de las campañas se encuentra en la habilidad que tiene el grupo desde edades tempranas para desarrollar lo que piensan y posicionarse ante algo que les preocupe. El acompañar sin juzgar se vuelve un reto, pero se convierte en la única vía para que las ideas salgan de clase, superando así al gran fantasma de ser aceptado/a por la persona adulta que lo conduce.

Intercambiando experiencias al otro lado del Atlántico.

Las voces de las chicas y chicos sonaron tan altas que llegaron al otro lado del océano, concretamente al departamento de San José, (Uruguay), donde desde la Escuela de Gobernanza se interesaron por replicar la experiencia en tres de sus escuelas. A través de un acuerdo con Coglobal se permitió lanzar la iniciativa en la que el alumnado pudiera designar con autonomía el destino de un presupuesto aportado por el gobierno local, orientado a mejorar la calidad de vida en sus localidades.

Para el desarrollo del proyecto se organizó una sesión previa de formación al equipo técnico municipal y al profesorado, de modo que conocieran de primera mano las herramientas, aprendizajes y reflexiones consolidados a lo largo de estos casi 10 años. Tras la formación y mediante un trabajo de seguimiento y coordinación, desde San José adaptaron la metodología a su contexto y necesidades, haciendo suya la intervención. En la ejecución tanto el equipo municipal como el profesorado tuvieron el papel de conducir las sesiones, elemento innovador que en versiones anteriores no se había contemplado.

El resultado del proyecto se traduce en que desde la escuela número 47 las chicas y chicos de la banda de música pueden tocar instrumentos nuevos, en la escuela 26 pueden volver a jugar gracias a los materiales deportivos y desde la escuela 59 ya disponen de instrumentos para el laboratorio que decidieron construir.

Fruto de esto, de sus buenos resultados y de la implicación del consistorio, el proyecto de Ágora Infantil ha sido declarado “Proyecto de interés nacional” por el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (CODICEN).

¿Y ahora qué?

Tras estar en más de 70 localidades y haber trabajado con casi 3000 niños y niñas, lo que comenzó como un proyecto piloto es a día de hoy una metodología consolidada y reconocida. Hay más que indicios para pensar que a través de la voluntad política y una buena predisposición del profesorado, los chicos y chicas saben y quieren implicarse en política local.

En el estudio realizado por Nazly Albornoz, Patricia García y Mº sol Palacios, titulado: “la participación como mecanismo para favorecer el empoderamiento psicológico y la interacción positiva” extraemos las siguientes certezas:

  • La participación en el programa da lugar a un empoderamiento psicológico y de interacciones positivas entre los/as participantes: las chicas y chicos que pasan por el ágora infantil aumentan su percepción de influir en política local, a la vez que, a nivel grupal, se reducen las interacciones negativas.
  • Se incrementa el respeto en el debate y en la forma de decisiones colectivas. También han avanzado en su capacidad deliberativa e incrementado su habilidad argumentativa.
  • Los niños y niñas con perfiles de aislamiento e índices de popularidad medio tienden a participar y sentirse más integrados/as en el grupo.
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Así mismo, en otro estudio realizado por el mismo equipo de investigadoras, titulado Estudio longitudinal de los efectos psicosociales de la participación política con escolares” destaca que:

  • La participación en un programa deliberativo de carácter vinculante fomenta un sentimiento de conexión con el grupo.
  • El trabajo autónomo y cooperativo promueve la confianza en sí mismos.

Consolidar los procesos participativos promovidos desde abajo es hoy una necesidad difícilmente eludible para luchar contra la desafección política. Enmarcar las necesidades de infancia y juventud como base de la agenda política fortalece la confianza y relación con la institución. El programa Ágora infantil se ofrece como herramienta para aquellas administraciones locales que opten por otras formas de hacer gobierno, priorizando la comunicación, escucha y confiando en la autonomía de la infancia para tomar decisiones.  

En resumen, este diseño no tiene solo lo bonito de trabajar con consciencias que están despertando, sino que también les regala fuerza, autonomía y habilidad para exponerse en público. Y no solo eso, sino que la experiencia nos ha demostrado que es aplicable a diversos contextos, temáticas e incluso culturas, pudiendo trabajar en el intercambio y transferencia de herramientas en el otro lado del océano.

Ágora infantil funciona en el municipio que está a 20km de tu casa y en aquel espacio al que llegas con 11 horas de vuelo y un par de transbordos y desde Coglobal estamos dispuestas e ilusionados/as por seguir trabajándolo, expandiéndolo y mejorándolo.


[1] MARTÍNEZ MUÑOZ, M., MARTÍNEZ TEN, A. Participación infantil en el tiempo libre. Reflexiones y experiencias, una mirada desde los adultos y la infancia. Editorial: Plataforma de Organizaciones de la Infancia. Madrid, 2000

[2] ALAPARONE, F.R. & RISSOTTO, A. (2002): Children’s Citizenship and Participation Models: Participation in Planning Urban Spaces and Children’s Councils. Journal of Community and Applied Social Psychology, 11, 421-434.

TONUCCI, F (2002): Ciudades a escala humana: La ciudad de los niños. Revista De Educación, 1, 147-168

Fortalecer la democracia es una tarea urgente para la que necesitamos sumar fuerzas. Coglobal pone toda su energía en impulsar la transición hacia una democracia más participativa, experimentando con prácticas de participación en busca de fórmulas eficientes y replicables, poniendo el foco en la inclusión de los sectores de población tradicionalmente excluidos de las decisiones políticas. ¡Colabora para hacerlo posible!

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