• La línea de trabajo en Metodologías Participativas para el Desarrollo Humano (MPD) de Coglobal  surge en la comunidad autónoma andaluza impulsando el traslado de aprendizajes de las metodologías empleadas en iniciativas de democracia participativa al ámbito de la cooperación internacional
  • Hasta fechas recientes en Andalucía encontramos el 30 % de municipios con presupuesto participativo de todo el Estado español
  • Andalucía se sitúa como territorio de experimentación en acciones de cooperación descentralizada para el impulso de procesos de democracia participativa


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Andalucía no es un territorio ajeno a la instauración de experiencias innovadoras de democracia participativa, sino que además ha mantenido compromisos con la solidaridad internacional, con acciones destacadas de cooperación descentralizada para el impulso de procesos participativos.

Entre estas experiencias aparece las Metodologías Participativas para el Desarrollo Humano (MPD) de Coglobal como línea de investigación, formación y debate, que propone un aprendizaje dialógico entre agentes de la cooperación andaluza y gestores y expertos internacionales en participación ciudadana, cooperación y redes internacionales.

 

Andalucía como territorio de innovación en democracia participativa: el ejemplo de los presupuestos participativos

Según Nelson Dias, director de la Asociación In Loco el presupuesto participativo es una de las iniciativas innovadoras con más éxito, aceptación y extensión de entre las medidas que los gobiernos locales implantan como medidas de participación ciudadana que incrementen la eficacia, la transparencia, la representatividad y la legitimidad de las políticas. Ha llegado a recibir el reconocimiento de PNUD-Habitat como buena práctica de gestión local.

En este sentido, las primeras experiencias de presupuesto participativo en España comienzan en 2001 impulsados por gobiernos locales de Andalucía (Cabezas de San Juan, Córdoba y Puente Genil) y Cataluña (Blanco, 2002; Ganuza, 2007). El incremento de iniciativas desde aquellas primeras, incluyen capitales de provincia como Sevilla, Málaga, Córdoba o Cádiz. En 2009, 20 municipios de la provincia de Málaga desarrollaron esta política con el apoyo que brindaba la diputación provincial en aquella legislatura. En 2013, 27 municipios andaluces se adherido a un programa de la Consejería de Administración Local de la Junta de Andalucía para impulsar presupuestos participativos en su territorio. Hasta fechas recientes Andalucía se mantuvo a la cabeza en número de municipios con presupuesto participativo, suponiendo al menos el 30% del Estado (Ganuza y Francés, 2012).

Desde 2005, autoridades locales andaluzas impulsaron redes (Red FAL, Red Ciudades Participativas) y declaraciones (de Málaga, de Antequera) que marcaron propuestas metodológicas y visiones políticas en esta materia (Luque y Falck, 2010).

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La Ley 7/2017, de 27 de diciembre, de Participación Ciudadana de Andalucía (LAPC) constituye un amparo de las experiencias locales andaluzas dentro de los límites que permite la legislación general, fuertemente basada en mecanismos de delegación, representación y el sistema de partidos.

La ley se elabora tras un largo y amplio proceso participativo desde perspectivas cuantitativas y cualitativas. Reconoce la trayectoria de los gobiernos locales pioneros en procesos de participación ciudadana y como una de las prácticas más innovadoras y consolidadas los presupuestos participativos.

Aparte del reconocimiento delos Presupuestos Participativos Locales, la LAPC introduce innovaciones en nuestro ordenamiento como:

  • La necesidad de difundir hábitos y culturas participativas desde la infancia y permitir su participación en asuntos que les conciernen.
  • Universalizar el derecho a la participación ciudadana ampliando el mismo tanto a residentes extranjeros como a mayores de 16 años.
  • Señalar como objeto de los procesos de participación ciudadana la proposición, adopción, seguimiento y evaluación de las políticas y servicios públicos y la priorización sobre aspectos puntuales del gasto.
  • El especial énfasis en las medidas de fomento dela cultura participativa tanto para la ciudadanía en general como para el personal de las administraciones públicas, los centros educativos y la infancia.
  • El reconocimiento de la necesidad de participación de los Medios de Comunicación y su responsabilidad en el arraigo de la cultura participativa.

Andalucía como territorio relevante de la cooperación internacional

Si se define a Andalucía como un territorio participativo, también se habrá de definir como solidario. Desde esta comunidad autónoma se han promovido organizaciones solidarias, de ayuda al desarrollo, de comercio justo, que desde etapas muy tempranas de la democracia han sido agentes de movilización y dado cobertura técnica a la cooperación internacional. Junto a las ONGD, que han tenido el protagonismo principal en la cooperación andaluza, se abre un amplio abanico de entidades que de manera central o sectorial han respondido a la agenda de cooperación Norte-Sur. El propio Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo (PACODE 2015-18) retrata la diversidad de agentes que intervienen en este campo.
 Junto a la riqueza y la diversidad de sus actores, la cooperación andaluza se define por el volumen de donaciones.

En años anteriores a la crisis, los fondos de cooperación internacional de la administración pública en Andalucía la situaban en posición de liderazgo entre las regiones del mundo. A pesar del duro retroceso en este campo (reducción del 60% de los fondos entre 2008 y 2014) Andalucía ha seguido destacando como territorio solidario en comparación con el resto del estado, como resalta Emilio Rabasco y Llamas (2013).

 

Andalucía como territorio de experimentación en acciones de cooperación descentralizada para el impulso de procesos de democracia participativa


En numerosas ocasiones se han cruzado las apuestas por la cooperación internacional y por la democracia participativa en Andalucía. Conviene recordar que el presupuesto participativo nace en Porto Alegre y es en el marco de las relaciones de cooperación con esta ciudad brasileña y en el contexto del Foro Social Mundial que se expande. Especialmente algunos gobiernos locales andaluces y redes como FAMSI dedicarán recursos a una cooperación técnica sobre democracia participativa, con colaboraciones bilaterales (Ayuntamiento de Córdoba y Diputación de Málaga), proyectos europeos (Urb-AL, PARLOCAL, Acción Comparte, Promoción de la cultura de rendición de cuentas en las ciudades de la Región de Tánger Tetuán Alhucemas) y acciones en red que han promovido los aprendizajes de ida y vuelta.

Bibliografía
Blanco, I. (2002). Presupuestos participativos y democracia local: una comparación entre las experiencias brasileñas y españolas. Presentado en VII Congreso Internacional del CLAD sobre Reforma del Estado y de la Administración Pública, celebrado en octubre en Lisboa.
Dias, N. (Org.) (2013). Esperança Democrática. 25 anos de ornamentos participativos no mundo. SãoBrás de Alportel: In Loco. ISBN: 978-972-8262-08-2
Ganuza, E. y Francés, F. (2012). El círculo virtuoso de la democracia: los presupuestos participativos a debate. Madrid: CIS
Ganuza, E. (2007). Tipología y modelos de presupuestos participativos en España. Córdoba: IESA Workingpaper series. No 1307. IESA-CSIC.
Luque, J.M. y Falck, A. “El papel de Andalucía y la provincia de Málaga en la Red FAL” en Cuadernos para el Nuevo Municipio nº5 (2010),
Rabasco, E. y Llamas, F. (2015). Nuevos modelos tras la crisis. Evaluación de la cooperación descentralizada andaluza 2012-2014. Córdoba: FAMSI. ISBN: 978-84-606-9380-2

 

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